A veces siento la crisis en los ojos cansados, en el cuello pesando como una piedra, busco distracciones a veces más ansiosas que mi cabeza y otras con un poco más de paz. Me releo y soy yo pero no tanto, uno va madurando sin querer, evidentemente, se nota en los rasgos, en el pelo y en el corazón. No sé si es que hoy tengo menos ganas de llorar que el fin de semana o ya lloré muchas veces. Muchas por el domingo, por todo el año, por tantos años.
Este mes después de agonía y tristeza partió una de las abuelas de Eva y me provoca tanta angustia pensarla creo que los menos pensados estamos llorando esa ida, sospecho que es porque no fuimos tan cercanas y no pudimos hacernos demasiado daño. A veces la distancia deja mejores recuerdos. O quizás soy quien debe llorar para darle sentido a este su paso por la vida. Quién más estará sintiendo esta muerte así de los que no fuimos tan unidos? Los saludos en mi mente, los abrazo en mi corazón.
Sospecho y calculo que se vendrán tiempos de tener que estar muy unidos, abrazados y mantenernos en paz pero no dejen de brotar cuando sea necesario porque lo que queda adentro se enferma. Expresen lo que tengan en su interior y si es odio traten de hacer algo positivo con eso, como ir a terapia 😅o comer chocolates.