Algunas decisiones no corresponden a esas "importantes", no son de esas que encolumnarías en un tu biografía, no, pero sí de esas otras, tímidas y cotidianas que dan curso a tantas otras cuestiones que te descalabran la energía. Hacia allá o hacia acá, lo mismo da.
Es como elegir compartir ese almuerzo con alguien, y sacarte corriendo hacia cualquier otro agujero distinto, caminar rápido, pensar en porqué. Por qué? Qué te dejó el pasado que te parás ahí? Qué rechazaste de aprehender que recurrís a las mismas cuestiones?
Vos sos la que toca las líneas finas de esas fibras íntimas, porque sí. Porque te comprometés hasta la obsesión. Amás. Y odiás. Corrés siempre en el mismo lugar.
Te gusta dolerte con las mismas putas mierdas cambiando de figuritas.
Esas que declarás difíciles, esas son las que vos creés que tienen los afortunados, pero no tiene nada que ver con la suerte. Son de esas decisiones cotidianas que vos no ignorás pero no elegís, definitivamente.
Amás.
Y te vas.