Suelta.

Hay tantas cosas que no entiendo, que me gustaría estar en el banco del colegio donde los problemas se resolvían con ataditos de fósforos.
Pero no, ya no es así, y estoy con una sensación de vacío que no para, como si el agujero estuviese permanentemente, no logro taparlo bien con nada, los sustitutos no le agradan a mi hueco, evidentemente. La opción? andar más despierta, sin tanta cosa de artificio, pero la tentación de anestesiar me doblega, y armo historias, muchas, con finales felices, encuentros frenéticos, casi diría maníacos, imposibles.
No hay nada, cada vez hay menos, necesito desnucarme de energía o morir/matar todo esto. No lo puedo equilibrar, o una cosa o la otra. Se me fue a la mierda el deseo, la inercia me maneja sobre los pies.
El mundo de fantasías puede ser extremadamente más gris que el alrededor mismo, porque no lo puedo alcanzar, jamás, nunca más. Sí, debería agarrarme pero no puedo, me siento suelta, libre de mi, libre de todo, sin pilar, sin. Que angustia chota, imposible de escupir, no tengo en donde, ya desmayé mi almohada, y ahora nada/nada.
El hueco este es viejo, pero lo duelo recién desde hace poco, y mezclé todo, y entendí algo de esto ayer. Recién.
Sí, puta madre, estoy triste, y ya.