24.5.17

Abrió una botella, vacío su contenido en el cerámico e inventó un charco, hizo chap, chap con las manitas, imaginariamente me regaló agua que junté en mis manos y la fui guardando en los bolsillos.
Los hijos traen un mundo nuevo que se parece a ese que tuvimos cuando niños y fuimos olvidando.
Gracias Eva por recordarme tanto.