10.3.12

Género

5 limas
De la relación que forjé con mi padre, siendo mujer, tuve que aprender cómo sobrevivir.
Porque las mujeres no eran el diablo, pero se parecían. No eran la mierda pero se asemejaban.

A esta temprana e inconsciente lectura la traduje como pude, y tenía que gustar. La palabra aceptación forma la A de mi diccionario.

Gustarle a tus padre, a tu madre, a tus hermanos, a tus maestros, a tus amigos, a tus vecinos, a tus tíos, a tus primos, al almacenero, al quioskero.

A quién puta tenés enfrente, gustar por ser el más apto de Darwin.

Y hoy entendí que todo eso no tiene sentido.