Justicia, Blanca Varela.
Vino el pájaro
y se devoró el gusano
vino el hombre
y se devoró el pájaro
vino el gusano
y se devoró al hombre
Corto
y claro, en principio la sensación que me dejó es que lo entendí, no
suelo leer poemas y me es todo un desafío, y este me gustó apenas lo vi.
"Justicia"
me llevó a una reflexión rápida sobre la finitud de la vida, el ciclo
vital que finalmente termina, algo que quizás hoy en esta situación
actual de pandemia sea algo que tengo más presente y a veces eso se
vuelve un poco insoportable.
No me quiero morir todavía pero el miedo a veces surge cualquier día, en cualquier momento.
Creo
que algo de no querer morir está atado a esto de leer y escribir, que
nació como una flor en el desierto, estando confundida y enroscada con
pensamientos que no me llevaban a ningún buen lugar, volví a la fuente,
los libros y sin querer pero sin resistir a escribir.
Pienso
que nunca se termina de aprender a caminar. Primero fue un llamado al
psiquiatra pidiendo un rescate, luego encontrar un pequeño espacio en
terapia y hablar. Volver palabra eso que molesta.
Y después el caudal interminable de la lectura que me hace darle un respiro a la mente que a veces se pone tan negativa.
Leer es mi salida al mar.
3 limas:
Se me ocurre como la versión poética de "del polvo venimos y al polvo volvemos" o el círculo vital del agua que cae de la nube como lluvia y sube del charco evaporada por el sol para formar de nuevo vapor de agua.
Supongo que nadie quiere morir, excepto desórdenes tipificados. Que no es lo mismo saber que vamos a morir. Desearlo no es lo mismo que su inevitabilidad. Lo que tenemos es miles maneras de combatirla, olvidarla, posponerla, hacer de la vida algo memorable, hacer valer la carta que nos tocó. O mandarnos un farol de aquellos y gritar "quiero vale 4" con un cinco y una sota.
Los libros... Hermosos universos paralelos, fuente inagotable de alter egos, depósitos de enormes fuerzas que nos impulsan hacia adelante.
Te leo desde hace tanto que no me acuerdo. Siempre me dio muchisima empatía que desnudes aquí tus debilidades, tus pozos, tus heridas, tan humana que duele. Y seguirás creciendo y evolucionando hasta el último suspiro de la no deseada visita...
Bienvenida de vuelta a este rincón de la web!
Besos!
nos leemos de hace muchas vidas. voy a volver a visitar blogs veo q muchas han desaparecido, que lindo saber que seguís por este barrio virtual tan cálido que siempre fue el blog.
Hola, Limada: ¿cómo estás? Espero que bien. Hoy leí algo en un blog mientras estaba logueada a mi Gmail y Google me recordó que alguna vez supe tener un par de blogs. De repente, me leí, me encontré, y también volví a encontrar a otros. Por eso llegué hasta acá. Me gustó mucho este post y esa última frase. Uno de mis mayores deseos cuando todo esto pase, si es que alguna vez sucede, es ver el mar.
Te mando un abrazo y espero que estés bien.
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