25.12.09

Y

yo no sé si es el día que pasó o lo que pasó en el día o qué, pero no voy a mentir acá, ni en lugar alguno, me tiro al piso a mirar un poco todo, y escuchar un tanto de música, terminó la noche (buena) y ahí estoy dando vueltas a los acontecimientos, el pie se encuentra lejos de mi. Como ese día, cuando le decía al Niño, hoy sos mi pie, seguime, vos sabés lo que quiero decir, y hablaba sin parar ante una nada que yo imaginaba con gente. Pero el Niño es parte del pasado, y el pasado tienen muchas partes, tantas que nunca termino de creerme que la vida sea algo más que muchas partes pisadas, que tan solo son presente un tiempito.
Hoy, tiene pocos meses, que si los cuento son algunos días, y si lo miro... Es lindo, pero prematuro, necesita de cuidados especiales continuos, creo que se encuentra en manos miedosas. Joder, dejar esto en manitos que tiemblan no es una buen presagio, no?
Pero es lo que hay, dos seres, un caminito, un poco de ganas, y yo que quiero empujar a donde tenga que ser pero me sale un poco mal.
Intento bajarle la velocidad interior, le invento fórmulas, me cuento historias, me pienso realidades, me repito frases, me escribo papelitos en la pared, sumo estrategias, para no tirar de más, para que no se vaya corriendo.
No quiero dar miedo, no quiero que te vayas, pero como dije hoy de manera tan simple, tan ingenua, tan tonta, tan sin sentido: -va a ser lo que tenga que ser... Ja! y claro que pensabas, que va a ser lo que vos te escribiste en la libretita a tus diez años?
No nena, actualizá al lado que tenés casi 30, y más al costado, que todo se puso un poquito más complicado, marcas que le dicen, esas que a veces te cobran las deudas en el escalón posterior.

Contame un cuento.